Esos estudios se enmarcaban en un contexto internacional de búsqueda de un anticonceptivo hablado y numerosos laboratorios estaban desarrollando sus estudios. A todos ellos se adelantó Syntex, un pequeño laboratorio dirigido por George Rosenkranz y Carl Djerassi.Sin embargo, Miramontes descubrió que eran precisamente esas impurezas las que daba